“¿Qué debe cambiar (morir) en nuestra relación con nuestra historia que nos hace daño y no permite que algo nuevo surja? … En nuestro trabajo como facilitadores de artes expresivas podemos preguntarnos qué debe morir en la persona, comunidad o grupo para permitir que algo nuevo surja. ¿A qué se están aferrando por temor a ingresar a lo desconocido?” – Calderón JM. (2015)*Definitivamente el mundo que conocíamos, ya no es ni será como era, “ha muerto”, y quizás por eso podemos encontrarnos en esta especie de duelo colectivo e individual. Desde nuestra formación como terapeutas, sabemos para que algo nuevo pueda surgir, algo debe morir. Es el arte de soltar y el arte de transformar. La incertidumbre es nuestra nueva certeza, nadie sabe qué pasará. Realmente nunca nadie lo ha sabido, hoy solo se hace más evidente; así como la fragilidad de la vida. Todo esto nos hace nadar en un mar de emociones y revalorar cosas más simples y sencillas, que probablemente estábamos dando por sentadas.
…para que algo nuevo pueda surgir, algo debe morir.
Algunas prácticas para nuestro día son las que permitirán podamos dar lugar a una nueva forma de habitar:
La gratitud, no solo nos hará más humildes, sino apreciar lo que tenemos y a nuestra familias, convivientes, colegas y compañeros/as de trabajo. Si estas solo/a, pues date un momento para honrarte y agradecerte a ti mismo/a.
Si te encuentras en la capacidad, puedes sumarte a alguna iniciativa que tenga impacto social. Cada granito de arena suma. Incluso con acciones cotidiana como preparar la comida o escuchar a alguien que quieres, ya estás sumando.
Si tu negocio o tu trabajo se está viendo afectado, esto representa un desafío para darle la vuelta, para transformar y poder adaptarse. Pide ayuda si no sabes cómo hacerlo, hay muchas plataformas online y personas dispuestas a ayudar. No tienes que resolverlo ahora mismo, lo recomendable es ir de a pocos. Antes que nada, pregúntale tus miembros de equipo como están y cómo lo llevan, este cambio nos afecta a todos, la idea no es cargarse sino contenernos entre nosotros. Muchas veces solo necesitamos ser escuchados.
Date espacio personal, no hacer nada es válido y está permitido, y eso no quiere decir ver Netflix. No tienes que ser un super gurú en meditación, tan solo regálate unos minutos de tu día para respirar y sentir tu propia respiración activa en el cuerpo, nada más. Esto se puede convertir en un ritual con el tiempo, incluso luego podrías compartir este ritual con tu equipo de trabajo.
Replantea tu relación con la naturaleza. Somos testigos de cómo nuestro cielo se encuentra mejor, con menos polución estos días. ¿Qué hábitos nuevos, desde casa y desde tu organización, puedes ir adoptando que le hagan menos daño al planeta?
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*Calderón JM. (2015) “Tinkuy: El encuentro entre la imaginería peruana y las artes expresivas.” Tesis de doctorado. European Graduate School.